Skip to main content

¿Quiénes Somos?

La Flamenca Percusión

Nosotros:

 

Tradición Carpintera

Hay pueblos que han sabido resumir, en algunas de sus viejas profesiones todo el sabor del lugar: La Carpintería. Aquella vieja carpintería de formones que hacían finos estípites y frontones, se innova para dedicarse a nuevos proyectos, para recorrer otros sitios y lugares, como si fuera un corte de luna errante que enamora donde suena. La Flamenca Percusión o la creación de la simpleza arquitectónica de un cajón flamenco.

Javier, asegura estar viviendo un sustancial cambio de etapa, haciendo otra cosa diferente a la que siempre realizó con su padre Manuel y su estirpe de buenos ebanistas, que siempre fueron relacionados, a través del tiempo, con las auténticas señas de identidad que tienen los verdaderos artesanos; hombres que trabajan de sol a sol, que sacando zancajo a los calcetines, precisaban cada jornada el milagro del ingenio y el esfuerzo para triunfar.

CARPINTERÍA RELIGIOSA. Muebles españoles, andas artísticas, pasos procesionales; fueron siempre más allá de una simple carpintería dedicada a trabajos convencionales. JARALLO, fundada en los años difíciles, está cosechando los frutos de su cuarta generación, con su apodo profesional a cuestas, que más bien pudo ser un sencillo eslogan oportunista que la definió entre paisanos y coetáneos: “La Carpintería Celestial”.

La Flamenca Percusión está considerada en la actualidad como una referencia técnica de los más cualificados profesionales de instrumentos de percusión. Un material natural, modernos métodos artesanales, garantía de calidad, respeto por el medio ambiente. Sonido que evoca todos los palos del flamenco, de la Soleá a las Bulerías.

Raíces Flamencas

Se reconoce el sonido de un cajón de esta firma comercial con los ojos cerrados, no encontrando el entendido, el eco de ningún cajón como este, ya que estos artesanos y sus esplendidas fabricaciones llevan implícitas ese sello flamenco de su autor. Como los grandes vinos, los mejores Stradivarius, como la buena gastronomía… de autor. Una nueva artesanía original que se convierte en una nueva profesión, capaz de generar ilusiones y notoriedad.

Este joven aficionado y conocedor del flamenco y sus palos ejecuta su primer cajón a los doce años; encontrando en el flamenco su complemento perfecto de vocación en libertad. Sus valores lo hicieron un auténtico profesional: honradez, ética y seriedad. Todo un artista.

El Cajón Flamenco:

 

Origen

El origen de este instrumento es afroperuano; lo crearon los negros esclavos en el Perú durante la colonización Española debido a la prohibición de la utilización de sus tambores. Las primeras referencias sobre el cajón como instrumento musical son de 1850. Los esclavos usaban los cajones del laboreo, en los que transportaban las mercaderías; sus descendientes libres emplearon el mismo sistema que utilizaban en sus ritos y, que le sonara con aquel ritmo de rebeldía. Se obtienen alternativos sonidos de repique tocando en diferentes lados del cajón: las puntas del cajón tienen un sonido, las parte del centro otro, y el filo superior, otro.

Los cajoneros peruanos no necesitaron diferentes tipos de armazón para lograr un sonido diferente, ya que en el pasado no existía este instrumento, tal como se conoce hoy. El cajón carecía de forma definida. El peruano de color, Porfirio Vázquez, puede considerarse como mecenas de la música afroperuana, quien además, le dio su imagen y su etnia al actual cajón.

Perú tiene el orgullo de haber visto nacer el cajón, siendo este, emblema del pueblo nativo, cuyo instrumento nació de la opresión, nació de la lucha de un pueblo para evitar perder sus señas de identidad.

Evolución

Paco de Lucia conoce e importa el cajón peruano a España tras una gira en Latinoamérica en 1977. Paco de Lucia quedó cautivado no solo por el sonido que oyó extraerle de manos de los criollos peruanos, sino de sus posibilidades como sustituto y refuerzo de las únicas percusiones que hasta entonces admitía el género. Rubén Dantas lo incorporo a la música del sexteto del guitarrista que, como marcaba la pauta, suponía incorporarlo directamente al flamenco. El cajón que a poco de llegar y ser oído en los grupos de Paco de Lucia, llego a confundir su origen, hasta el extremo que hoy día no solo en España sino también en otras latitudes, su sonido va sinérgicamente unido al del toque más hispano. Años después de que Paco de Lucia lo importara de Perú, el cajón ocupa un hueco irremplazable en el flamenco. El instrumento se hizo música jonda al compás que marco Rubén Dantas dentro del mítico sexteto.

Se experimentan variaciones del cajón peruano en su construcción como el uso de cuerdas en el interior, sistemas de afinación y el modo de fijación de la tapa acústica a la estructura de la caja. En la actualidad el cajón es un instrumento de uso extendido en varios ámbitos musicales como el jazz moderno, el nuevo flamenco y la música latina. Este instrumento es uno de los pocos donde se sienta sobre él y este transmite el ritmo al cuerpo del cajonero.

El cajón peruano y el flamenco se diferencian no solo por la forma de tocarse sino también en su construcción (en España suelen añadírsele cuerdas de guitarra tensadas en el interior). En lo que sí coinciden tanto el modelo de cajón peruano con su variante “flamenca” es en su diseñó básico: Un paralelepípedo de madera de cinco caras de madera sujetas por las aristas y una sexta cara rectangular (la tapa) sujeta con tornillos que le permitan vibrar más libremente. La cara opuesta a la tapa, la que queda a la espalada del ejecutante suele tener un agujero. El músico emplea las palmas de sus manos para percutir con la mano abierta en diferentes partes de la tapa produciendo de ese modo sonidos más graves o agudos.

“La confusión está en la diferencia entre ser percusionista y tocar el cajón. La Guitarra tiene su código” Guillermo McGill es de los primeros percusionistas en crear un método audiovisual de estudio del cajón –mano a mano con el musicólogo Faustino Núñez-, aplicado a los compases del flamenco: Aprende el cajón flamenco. McGill aporta un sonido nuevo sin violentar los sonidos tradicionales; empasta perfectamente con la guitarra, las palmas, el baile, y no resta pureza. El músico ve adecuado el cajón “en todos los estilos rítmicos, los que no necesitan que el tiempo sea elástico”. Y respecto al baile, recomienda “acompañar el movimiento más que doblar el sonido que hace el zapato en el suelo”

La historia del cajón flamenco comienza ya a escribirse. No ha hecho más que arrancar y ya hay artistas, maestros, obras, estándares, reflexiones, criticas, luthiers… Y una clarísima vocación de continuidad. El instrumento ha despertado el interés de jóvenes aspirantes a músicos que quedan encandilados por el compás, el sonido, la manejabilidad… Merece ser tomado enserio como los instrumentos más veteranos.